martes, noviembre 11, 2008

Lo que quise ser

Esto me lo dijo un bloguero de experiencia: siempre hace falta escribir al menos un post de lo que quisiste ser cuando fueras grande...
Diay, yo no sé... De niña yo quería ser cobrador en un bus (así en masculino, porque las cobradoras de bus no existían), sólo porque eran los únicos que se les permitía viajar de pie...También quise que el Niño DIos me trajera un muñeco y no una muñeca (lo que sufrió mi mamá buscando uno que tuviera pene) y desde siempre supe que quería ser madre. También quería llegar a ser pregonera, porque había que vender los periódicos a gritos y me parecía que podía conocer mucha gente vendiéndoles el periódico todas las mañanas...

En mi adolescencia, me confirmó mi orientador de colegio -después de aplicarme una batería de tests vocacionales que estaban de moda- que yo tenía vocación de cura, pero claro, con el pequeño inconveniente de que soy mujer... y me prometí ser de las primeras sacerdotizas católicas en ordenarme, en cuanto nos dieran permiso... esa decisión la guardé hasta que me prometí que no volvería a misa hasta que pudiera levantar la mano y expresar mi opinión. Todavía estoy esperando...Tanto para levantar la mano y opinar como para que autoricen la ordenación de mujeres.

En algún momento quise ser hombre, pero luego comprendí que lo que me gustaba era las prerrogativas que puede tener, no el hecho de ser hombre. Muchos años después completé esa percepción diciendo que una de las prerrogativas que más me gustaban era que los hombres tienen derecho a tener una esposa. A mí me gusta la idea de tener una esposa...evidentemente no pienso en la parte sexual del rol sino eo tooooodassss las otras partes que son muy convenientes para quien tiene una esposa.


En algún momento quise ser monja, pero cuando me hablaron de los tres votos: obediencia, pobreza y castidad, me dije que eso no era lo mío. Lo primero y lo último por imposibles y lo del medio, por que no me gusta... No conozco muchos pobres que lo sean por opción.


Cuando iba a entrar a la universidad, me dije que tenía dos posibilidades: o me hacía educadora siguiendo la tradición familiar, o estudiaba diseño industrial, para romper todos los cánones establecidos... y ganó la primera. Nunca sabré si hubiese sido una buena diseñadora, como nunca sabré si puedo tocar bien el bandoneón o bailar tango. También guardo la ilusión de cantar, de ocupar un puesto relacionado con las finanzas, de hacer buena fotografía o dedicarme a las importaciones.

Hay cosas que sé hacer medianamente bien, como tomar fotos, cuidar niñas y acompañarlas a crecer, expresar mis sentimientos, hacer un jardín, comunicarme con seres humanos, vegetales o animales. Sé leer y entender lo que leo y sé guardar la calma. Puedo sostener una conversación en tres idiomas, puedo disfrutar de la música, de la pintura, de la velocidad y del silencio. Lo que mejor sé hacer es enseñar. Y es de lo que más disfruto.

No seré nunca deportista ni alcohólica. No seré modelo ni tocaré en una banda de rock. No bailaré desnuda en un bar, ni participaré en una competencia de ski. Hay que reconocer que no tengo ningún interés en estas cosas.

Pero de todo lo demás que hay en este planeta casi todo me gusta. Las ciencias puras exactas, naturales y sociales. Las letras y los números, la academia y la técnica, la teoría y la práctica. Pensar, hacer y crear. Así, a la mitad de la vida he aprendido algunas cosas. De eso se trata, no?

2 comentarios:

Piedad dijo...

Hola, Iris. el blog de Sabela "un rincón para el atardecer" me ha traído al tuyo y quiero felciitarte por él, me gusta mucho leer esa fantasía de tu infancia y que a todas nos pasó igual, porque soñar no cuesta dinero y cuando eres niña sueñas fantásticamente. Yo también quería ser peluquera, lavandera, modista... pero de todo ello no hubo nada, no porque yo no quisiera, sino porque el destino canvió mi vida y me convirtió en una niña invidente en un lugar fuera de la ciudad donde no había escuela ni medios para estudiar. ahora, y después de muchos años y con las nuevas tecnologías he podido llegar hasta aquí con un ordenador adaptado a mis necesidades y cumplir así algunos de mis deseos infantiles.

Un beso.

angels blog dijo...

Buenas, Iris.
Yo de pequeña quería ser monja, peluquera, modista, cantante, bailarina, tendera,... bueno todo aquello a lo que jugábamos y que más o menos nos ponía en el papel de los adultos.

Ahora quiero ser rica, y vivir sin currar ¿Qué te parece? Pero bueno, de momento no puede ser.

No te pienses que soy una vaga, pero mi trabajo no es vocacional, y me tiene bastante agobiada. Sin embargo, tengo muchísimas aficiones y actividades con las que ocupar mi tiempo.

Además me queda mucho por aprender. ¡Hay tantas cosas que me gustaría estudiar...!

Pero bueno que le vamos a hacer. Sigo teniendo sueños y planes de futuro y algún día se cumplirán.

Un beso.

Àngels.