lunes, octubre 29, 2007

El otoño está en su mejor momento

Este año no me perdí los colores del otoño. Son realmente un hermoso regalo de la naturaleza. Y, aunque duran poco, te dejan en la memoria unas imágenes inigualables. Los invito a ver las fotos que tomé la semana pasada, alrededor de nuestro barrio. Nuestro barrio: suena bien, verdad? Vivimos en un edificio en condominio con otros tres propietarios: Dominique (profesora de alemán en un colegio cercano a la casa) y su hijo (un guapo joven de unos 20 años que no se deja ver mucho); Monsieur y Madame Robert, (una pareja retirada ya, que les gusta dedicarse a su jardín y a hacer ejercicio), y Monsieur Ducharme (un simpatico octogenario dedicado a la piscina y a las sonrisas). Lo primero que dijo cuando nos recibió es que qué dicha que venían a vivir dos muchachas jóvenes... pero que qué lástima que venían con sus padres, jejeje
Bueno, estoy divagando. Los invito a ver los colores del otoño dije:
http://picasaweb.google.es/irisdebrito/20071024LAutomneChezNous

Han pasado seis meses!


No dejo de maravillarme nunca de la rapidez con la que pasa la vida. Y no deja de sorprenderme tampoco la cantidad de regalos que nos tiene deparados, todos los días. En estos seis meses he terminado los cursos del doctorado, he pasado mi examen de síntesis, y trabajo ahora en mi proyecto de tesis. Junto a esto, hemos decidido que no podíamos seguir pagando un alquiler tan alto por un pequeño apartamento, y tomamos la decisión calculada de comprarnos un condominio. Ciertamente, no estamos en condiciones de pagarlo, si no fuera porque el banco nos concedió un préstamo.

Ahora, al menos, el gasto de todos los meses ya no le pertenece al casero, sino a nosotros, bueno, al banco. Pero habernos pasado a nuestro nuevo hogar ha sido una buena cosa: tenemos más espacio, estamos más cómodos los cuatro, pero sobre todo, tenemos la sensación de que es nuestro "chez nous".

La semana pasada, decidimos hacer una pequeña ceremonia de inauguración, que, a la postre, no resultó tan pequeña. Buscamos en los baúles de internet un viejo ritual católico de bendición de la casa, nuestro amigo Carlos se prestó voluntario a dirigirlo, y una veintena de amigos de diferentes nacionalidades rezaron, cantaron, comieron y bailaron con nosotros.

Para hacer la fiesta un poco más nuestra, el menú consistió en arroz con pollo a la tica, acompañado de yuca con mojo a la cubana...todo acompañado con vinos chilenos, argentinos y franceses y dos botellas de ron, que los asistentes trajeron para compartir. También hubo por ahí un queso de cabra embebido de aceite de oliva negra, un queque de banano con caramelo de coco, una ensalada brasileña y uno que otro queso francés.

Solo puedo decir que tengo una hermosa sensación de gratitud para con los amigos, para con la vida, para con este país que me ha acogido de la manera que sabe hacerlo.