viernes, febrero 16, 2007

Intensamente


Con un promedio de 10 horas por día frente a la máquina, voy avanzando en el marco teórico de mi investigación. Pero a eso no se resume todo: El pobre Edu tiene que aguantarse las reflexiones, que normalmente empiezan a partir de las tres de la madrugada: hay coherencia entre la tesis del autor tal y la definición de tal o cual concepto? Es suficientemente sólido el argumento x? Cómo se justifica tal afirmación? ...La ventaja es que las bajas temperaturas me obligan a permanecer en casa, y yo me escapo por donde puedo: redacción de los párrafos, organizar la coherencia interna, buscar nuevos datos.
Mariana tiene un ritmo bastante intenso de trabajo también, aunque mucho más movido. Pero ella siempre ha sido así: es un motorcito andando. Rebeca se nos muestra más madura y empieza a tomar las tareas del colegio con un poco más de seriedad.
De todos los compañeros que habíamos en el doctorado (empezamos 8) ya solo quedamos Jocelyne y yo. Los demás, por diferentes razones, han dejado el programa, lo han pospuesto para más adelante o se han retrasado. Las dos que quedamos, nos apoyamos una a la otra, nos damos animo, pero sabemos que seguir adelante es una decisión personal que solo es posible si logramos el equilibrio necesario entre ser estudiante a tiempo completo en un programa exigente y el resto de la vida.
Nos hace ilusión nuestra próxima visita a Costa Rica. Ya era tiempo, dos anos fuera es mucho. Ya queremos un respiro y volver -aunque sea solo por dos semanas- a la gente que conocemos, a la familia, al terruño. Eso nos dará un respiro. Las chicas no vendrán con nosotros. Tienen compromisos de estudio que no pueden -ni quieren- dejar por el momento. Ya le llegará el tiempo a cada una de planificar su viaje. No hay prisa.