domingo, diciembre 17, 2006

Viene navidad!


Así, tranquilamente, va llegando la Navidad que parece que no será blanca este año. La temperatura se mantiene agradable y ayer todavía podíamos salir sin abrigos. Hemos terminado la sesión de otoño, con buenos resultados aunque el trabajo fue duro. Mucho que leer, mucho que escribir en francés -que ya se va mejorando, pero que aún no me permite escribir un texto perfecto. Estoy segura que los textos perfectos no existen en francés. Me esfuerzo, escribo despacio, reviso acuerdos gramaticales, puntuación y ortografía, reviso el sentido de algunos vocablos y me considero satisfecha... y aun así, el profesor encuentra siempre algún error.
No me satisface, no me contentaré fácil con la idea de no dominar el lenguaje. El otro día, el profesor me dijo: "eso se debe a que usted espera tener la misma calidad en francés que la que tiene en español" y sí, para mi es evidente. Para los francófonos no tanto, pareciera que se han habituado a los errores.
Veremos qué nos depara el año próximo: estoy convencida de que será un año lleno de emocionantes sorpresas agradables! Tendré que terminar mis cursos y presentar el famoso examen de síntesis, Rebeca terminará el cuarto de secundaria y entrará en la recta final… Mariana habrá avanzado en su carrera. Edu podrá ir a Costa Rica, lo que está deseando más que nada en el mundo. Tendremos la hermosa visita de Rocio y de Andy, y talvez de Nati. Veremos a nuestro angelito Antony crecer cada dìa y aprender mucho.
Ya veremos. Lo digo con una sonrisa expectante. Con brillo en la mirada. Si seguimos haciendo los esfuerzos que los cuatro hemos venido haciendo, apoyándonos, siendo tolerantes y solidarios, no hay nada que no podamos hacer, no es verdad? Después de todo, para eso somos una familia. Para eso estamos juntos, no es cierto?
Feliz Navidad a todos!! Y que el Año Nuevo les depare miles de alegrías, muchos retos y la fuerza necesaria para enfrentarlos!!

miércoles, noviembre 01, 2006

Un nuevo miembro en la familia!


Bueno, en vista de que no podemos dejar de crearnos problemas...Nos hemos hecho de un nuevo miembro en la familia. Es un periquito Toui Cèleste (el perico màs pequeno del mundo) de un color amarillo limòn producto de una mutaciòn.
Apenas comienza a adaptarse, todavìa le da miedo salir de la jaula, pero come bien, canta, y cuando lo saco se sube a mi hombro y se enreda en mi pelo.
Todavia no hemos podido hacerle perder el miedo a los humanos, pero ya lo lograremos con paciencia.
El ritmo de la casa ya està bien establecido: las chicas salen temprano para el colegio, Edu se va a la oficina o a hacer algùn mandado, yo me quedo en casa, trabajando en investigaciòn, con el periquito en mi hombro. A mediodìa Edu viene a almorzar conmigo y a la tarde salimos juntos, yo para la Universidad a mis cursos, èl a sus cosas.
Disfrutamos los ratos que estamos juntos los cuatro o los seis, porque los fines de semana, de vez en cuando viene Paqui con Antony y el angelito hace fiesta en la casa. Les pongo fotos, para que no nos olviden!!

domingo, septiembre 03, 2006

Parece mentira...


Hace ya varios meses que no escribo....
Y no logro saber por que....solamente que pareciera que se van acomodando las prioridades de manera diferente...mis necesidades psicológicas han variado, como sin quererlo, como sin advertírmelo. Claro, escribir era una de ellas, y parece que ya lo va siendo menos... O talvez los meses de sol y de calor me dicen que estar sentada frente al computador es un desperdicio, cuando podés estar fuera, disfrutando del sol en cada poro, sintiendo el calor en todo el cuerpo, caminando todos los caminos posibles e imposibles, oyendo todas las lenguas, sentándose en todas las terrazas, tomando todos los cafés fríos que se aguanten.
He aprendido en estos meses que remar en un kayak es una sensación muy agradable, que me encanta el sol cuando cae perpendicular sobre mi cabeza, que el cielo tiene muchos azules y que el agua es compañera de los niños y los patos.
He aprendido que la piel desnuda es un hermoso privilegio, que los pies descalzos también, que no se conoce una ciudad si no se la camina (esto me lo enseñó mi amigo Cone). Que los mercados latinos y orientales tienen un olor particular que significa hogar y amigos, que uno puede entenderse en tres idiomas, siempre y cuando esté dispuesto a compartir las sonrisas... que deberían canonizar al inventor de los globos de colores...
Por eso no he escrito. Porque he andado por ahí, con alguna lectura nueva bajo el brazo, caminando, oyendo música y palabras, aprendiendo, remando, nadando.

También he aprendido a estar sola conmigo misma sin sentir que me falta algo. Eso es muy importante. Los amigos y las amigas no están aquí. Están en mi pasado. Y no se van a ir, porque son exactamente como los recuerdo. En un intento de recuperar a una de mis amigas, trato de buscar su nombre en Internet. En vano. No hay mucha gente que se llama Axial. Después de buscar su nombre en google, aparece, como sin quererlo, una adolescente que se llama igual, pero con otro apellido. No es ella claro, me digo. Pero su nombre es tan singular, que si no es ella, alguien debe haberle puesto su nombre a una adolescente en su nombre. Una adolescente que escribía un comentario en la página de Alejandro Fernández, pidiéndole al web master que añadiera fotos nuevas del cantante…
Catorce anos, quién tuviera catorce, o dieciséis, o veinte!… cuando las fotos del cantante favorito son una razón válida e importante para exponer su nombre al mundo…. Y para que una amiga de su tía Axial la encontrara en el ciberespacio.

Le pedí a la adolescente el correo de su tía, y me lo dio. Así fue como encontré a Axial. Y descubrí que vivimos a 8 horas de viaje. Y querría ir a verla. Y no me atrevo. No me atrevo a pedírselo. A lo mejor yo soy para ella una amiga del pasado. Yo no se si uno debe revivir los recuerdos. Levantar los fantasmas. Sacudir los recuerdos. Yo no se. Pero me encantaría.

lunes, mayo 22, 2006

El temporal


Bueno, son las 8 y media de una manana gris, muy gris. Tenemos un temporal que ya lleva cuatro dìas, y el agua majadera, no quiere parar. Aquì, la palabra "temporal" para designar esas horas interminables llenas de humedad, no existe. Es increìble que un concepto tan preciso, no se designe con un nombre, verdad? En todo caso, a mi me recuerda los temporales de mi patria, y esos recuerdos me endulzan el corazòn.
Ante horas y horas en las que no se sale mucho (de todas maneras, aquì no se sale mucho) las mujeres tenemos un recurso que siempre va bien: la cocina. Y entonces yo, que recuerdo los temporales de Costa Rica, lleno las tardes de temporal de olores de pan recien horneado.
Las mujeres que no saben cocinar, con què llenaràn las tardes interminables??
Les cuento que durante unos dìas, estaré metida entre paréntesis.... Explico: Los cursos del doctorado ya terminaron, la gente saliò a vacaciones. Me falta todavìa entregar un trabajo escrito, pero no urge, asi que lo dejaré para hacerlo dentro de unos dìas... Por ahora, me inscribì en otro curso de francés oral (ya voy por el nivel 5 de 6 posibles) pues debo prepararme bien para poder hacer el examen de sìntesis, que tiene una parte oral y otra escrita. Asi que, el trabajo intelectual que tengo no es mucho: darle duro a la pronunciaciòn de palabras con muchas vocales juntas...a quién se le ocurre inventar palabras con tres vocales juntas? Uno nunca sabe cuàl es la que suena: L'oeil, por ejemplo!! Tambien debo terminar ese trabajito que me falta que se refiere a còmo puede ser vista la escuela rural desde la perspectiva de la teorìa de las organizaciones : Minzberg, por ejemplo.
Por otro lado, tengo entre manos -màs bien entre ojos- una trilogìa que se llama: "Un hombre como tantos otros" que cuenta la historia de la provincia de Quebec, novelada, a partir de un personaje asì: un hombre como tantos, que hace todo lo que puede por salir adelante en una regiòn del mundo cuyo clima te hace todo difìcil. Y no solo el clima, sino también la economìa y la cultura... muy interesante para saber por què son ahora como son.
Junto al francès, el trabajito del doctorado y la novela, estàn las chicas y Edu. Mariana empieza a ponerse nerviosa por el desafìo que aceptò. En una semana se irà a trabajar de monitora al camp de discapacitados y sabe que es un reto... va a ser duro, pero va a aprender muchìsimo. Ella que es tan exigente consigo misma, claro, quiere estar a la altura... Pasò muy bien todos los cursos del collegue y los profesores la felicitaron mucho...sobre todo porque tiene ese empuje que es dificil de encontrar. Pues aquì, los jòvenes de la generaciòn de Mariana -con miedo de generalizar- son hijos de una corriente que hizo que se sientan los duenos del mundo... No tienen respeto alguno por sus profesores (eso que nosotros decimos siempre allà, aquì es mucho màs real), ni por sus padres, ni por los ancianos. Ellos son Ellos, asì con mayùscula, trabajando desde que son muy jòvenes, duenos de la tecnologìa y de los placeres... con una soledad interna que a uno le parte el alma.
Rebeca tiene todavìa unas 6 semanas màs en el colegio, en el programa de acogida. Pero ayer hicimos su matrìcula en otro colegio, donde empezarà a partir de setiembre su decimo ano, ahora sì, en un programa regular y con muchos quebecois y menos inmigrantes. Esto lo hicimos asì, por su bien. Si continuaba en el mismo colegio, estarìa en un sistema destinado a inmigrantes, que tienen muchas dificultades. Ella no necesita tratamientos especiales, tiene una capacidad normal para rendir, asi que consideramos que la integraciòn debìa ser, en su caso, màs ràpida. Vamos a ver si no nos equivocamos, pero yo confìo en ella, porque con esa sonrisa que tiene, desarma a cualquiera...jajaj.
Edu es el que màs me preocupa. La crisis de la piedra en el rinòn ya terminò pero el quedò un poco "alerta" y cuanta senal da el cuerpo lo inquieta.
Tiene tambièn situaciones dificiles en el trabajo que no logra conciliar, pero él siempre ha sido asì. Ya veremos como enfrentar esa incomodidad, que parece que sòlo se le quitarà cuando vuelva a Costa Rica...
Asì que, como veràn, estamos bien. La vida sigue adelante, nosotros seguimos adelante. Y como Edu siempre dice: "en la vida no hay rewind".

viernes, mayo 05, 2006

Saliendo de otro desbalance...

Bueno, ahora tengo un tiempito para escribirles. Eduardo se fue para la oficina (como ven ya se siente mejor). Ayer le pusieron un tubo enforma de "J" que le permite al riñón trabajar normalmente y desinflamar los tejidos, todo en espera de que el peñón de Gibraltar decida salir por sí sólo. El tubo ese deberá tenerlo quince días, y luego, si no hay resultados, someterán la piedra a un tratamiento de ondas de choque para deshacerla...no me pregunten cómo es eso porque todavía no lo sé...
Ayer ya había recuperado su sentido del humor y ya se ve más tranquilo.
Mariana acaba de firmar su primer contrato de trabajo para el verano. La bandida chiquilla hizo varias solicitudes de trabajo y pegó cuatro...así que entre Macdonalds y el Camp Papillon, se decidió por este último: es un proyecto muy hermoso: es una finca, con lagos y ríos, dedicada a montar campamentos para personas discapacitadas.Todos los veranos hacen campamentos de diez días y contratan jovenes(como Mariana) que sirven de monitores de las diferentes actividades. Como es un proyecto solido de muchos años, la finca tiene una infraestructura envidiable: animales, kayaks, piscinas, canchas deportivas, todo dirigido a la poblacion discapacitada. Mariana recibirá formación especializada durante varios días y se quedará en la finca casi todo el verano: tiene que atender cinco campamentos, junto a otros 90 muchachos. Tendra algunos días de descanso para venir a la casa entre uno y otro. Ella está toda orgullosa y la mamá también, claro. Aunque debe ser duro, creo que la experiencia le hará bien en muchos sentidos. Por ahora debe terminar los cursos que lleva en el College y terminar su trabajito de tutorías de español que algunos dolarcitos le ha permitido ganarse...Rebeca salía hoy de gira para un centro de reciclaje con sus compañeros de clase. Una de las tareas prioritarias del programa en que está Rebeca (Acogida e Integración) es que los inmigrantes comprendan los valores fundamentales de la cultura quebecoise... y el reciclaje es mmmmuuuuyyyy importante para ellos. La gente tiene en sus casas el brac de reciclaje (una caja para echarlos desechos recuperables), también hay huertas comunales por barrios donde se hace compost, para quienes quieran utilizarlo...A Rebeca la siento un poco cansada.... ella quisiera estar ya integrada a un colegio regular...pero debe pasar por esta etapa primero: para mejorar su francés y para que se acostumbre al sistema de formación por competencias....Bueno, le falta poco para terminar, luego vendrán las vacaciones y en setiembre -si Dios lo permite- entrará a 10 de secundaria.
Yo no he podido hacer los trabajos de la universidad que me faltan porque con la enfermdedad de Eduardo, tengo la cabeza como nido de gallina, toda revuelta. Creo que ya hoy puedo continuar con los trabajos, pero antes, tenía que escribirles para contarles en qué estamos, jajajaja.
Para las vacaciones de verano, tenemos entonces que Mariana casi no estará en casa, habrá que buscarle alguna actividad a Rebeca para que no se vuelva loca sola..., yo llevaré un curso más de francés y tengo que profundizar la parte del proyecto de tesis y preparar las lecturas para el examen de síntesis... Eduardo tiene su trabajo y la operación de la mano pendiente...Si podemos organizar todo bien, y la entrada de las chicas a clase en setiembre se hace ordenada, creo que en diciembre podemos ir a Costa Rica, al menos por unas cuantas semanas... Posted by Picasa

lunes, febrero 20, 2006

Mis cinco minutos de gloria!!

En un ejercicio literario, hemos decidido -mis amigos y yo- escribir sobre los cinco minutos de gloria de cada uno. Ellos hablan de los cinco minutos de gloria como si necesariamente tuviesen que estar juntos. En mi caso no ha ocurrido así. Han sido muchos minutos separados. Algunos por muchos años y en circunstancias muy, pero muy distintas, otros se parecen, o me los he hecho parecer…
Les cuento:
Mi primer amor: Diciembre 1975, Gimnasio del Liceo de Heredia, Festival Intercolegial de la Canción….
Él cantaba la canción ganadora del Festival. Su pelo lacio y negro caía sobre sus pícaros ojos mientras sus morenas manos sostenían temblando, el micrófono. Éramos novios desde hacía tres meses. Las graderías estaban abarrotadas. Muchachos y muchachas de todos los colegios de la provincia, gritaban, mientras las luces de colores se movían iluminando la densa nube del humo de los cigarrillos. Mientras su hermosa voz vibraba en los altoparlantes entonando un bolero romántico, sus ojos me buscaban entre el público. Yo me levanté... era la única de pie... mientras la luz blanca nos enfocaba, primero a él cantando, cantándome... luego a mí, sonriendo, sonriéndole y amándole...
Segundo minuto de gloria: Noviembre, 1988, Hospital de Heredia, Sala de Maternidad…
Había decidido no gritar. Para qué? Caminé despacio por los pasillos durante horas. No sé cuántas, sólo sé que los dolores arreciaban. En mi recorrido, vi una adolescente perdiendo el control, vi una mujer delgadita tirada en el suelo, vi muchas mujeres... cada una viviendo su parto a su manera… Y yo metida en el mío… ¿Cómo sería la criatura de mi vientre? ¿Sería un varón alto y moreno como su padre? ¿Sería una niña gordita y blanca como yo? Los dolores me hacían cerrar los ojos y repetir, primero en baja voz la cancioncita que mi madre me había enseñado: "Vamos a remar en un botecito, rápido, rápido, rápido, rápido, en un botecito" . Si fuese un varón –pensaba- le enseñaría a ser lo suficientemente fuerte para que pudiera llorar. Si fuese una niña, sería mi mejor amiga para toda la vida. "Vamos a remar, en un botecito…". La canción iba subiendo de volumen en mi voz, de manera involuntaria, mientras recostada en una pared, sentía los espasmos cada vez más fuertes.
"Vamos a remar" Me condujeron, un poco débil creo, porque no lo recuerdo bien, a la sala de partos. "…en un botecito", me oía cantar… Me subí en la silla de partos, y escuché la voz de la doctora que decía: "Pero si esta no está lista! Es primeriza y sólo tiene nueve de dilatación". A la siguiente contracción, impulsé la salida de mi hija con toda la fuerza posible, mientras cantaba: rápido, rápido, rápido, rápido… en un botecito. No era un varón moreno, ni una niña blanca. Era una morena que no esperaba y era preciosa!! Y la invité a remar rápido, en ese mismo instante, juntas las dos, por el río de la vida.
Tercer minuto de gloria. Octubre 1990, Hospital de Heredia, Sala de Maternidad…
Otra vez ahí… Sabiendo ya, gracias a los adelantos médicos, que tendría otra niña… Y nuevamente con ganas de verla. ¿Cómo será? Si la otra fue mi morena, esta será mi blanquita, con colochos dorados o hasta pelirroja, que ya había algunos en la familia. ¿Tendría mis ojos verdes? Esta vez, todo era diferente, no habían dolores… habría que provocar el parto por una súbita e irregular presión alta. La manguerita en la vena, impulsaba el suero, que en realidad no me hacía sentir ninguna contracción. "Es inútil" –dijo la enfermera-. "Es como tratar de sacar pasta de dientes con la tapa puesta. Nacerá cuando a ella le de la gana". Y le dio la gana doce horas después… A su gusto, a su aire… Y cuando me la entregaron… Mis ojos sorprendidos miraron el mismo rostro que habían mirado dos años atrás!! "Pero, si es la misma! Esta ya la parí!" Se parecían como dos gotas de agua… Esta vez, más experimentada y menos cansada, hice mi juramento de amor eterno, mientras nos duchábamos juntas a las pocas horas de nacida: Tendría una mamá y una hermana que la amarían siempre.
Cuarto Minuto… Enero 2000. En el ciber espacio…
El decidió que lo mejor era que nos casáramos… Después del brutal divorcio, no tenía yo ni la fuerza ni la confianza suficiente.
Puse condiciones. Muchas, me lo parece ahora: "Debés aceptar que yo no soy una, soy tres, Y si querés conquistar a una, tendrás que conquistarlas a todas. También tenés que tener claro que las hijas son lo más importante en mi vida. Nunca me pongàs en la condición de escoger entre vos y mis hijas, porque saldrás perdiendo. Y por último, puedo soportar dos matrimonios, eso no es problema, pero nunca podré soportar dos divorcios. Son brutales. Me volvería loca. Así que si nos casamos, esta vez tendrá que ser para siempre".
Su respuesta lo resolvió todo: "Quien quiere la vaca, quiere los terneros."
El quinto… Octubre 2004. El punto final
He puesto la última frase de mi primera novela. Probablemente no la lea nadie. Probablemente sea solo para mí. Pero era una tarea pendiente. Y está terminada. Tal vez dentro de poco ya no me guste tanto, por ahora me gusta y es lo que importa. Me siento orgullosa y segura. Leo otra vez la frase final: "Un infarto"… contestó ella. Se levantó despacio, abrió su ropero, sacó la foto amarillenta del hombre que la había abandonado, y mientras lo miraba, añadió: "un infarto… ¿Tenía corazón ese hombre?".
Me gusta y sonrío. Para mi misma. Para quienes han estado cerca de mis escritos.

miércoles, enero 25, 2006

Carta de amor en el ajuste


Queridísima princesa mía:
Escribo esta carta para acompañar cada una de tus lágrimas.
Desde que naciste, has sido tan fuerte que te has negado el derecho de llorar.
Desde que eras una bebita, te enfrentaste al mundo con los ojos bien abiertos y con una decidida intención de ser valiente.
No recuerdo ni un momento en que tuviese que enjugar tus lágrimas después de una caída, o de un momento de temor. No recuerdo haber visto tu espíritu doblegarse ante nada.
Hasta hoy. Hasta hoy que se desbordaron todas... La tensión de los últimos meses rompió el dique...
Y estas así, desde hace ya tres horas, nadando en el diluvio de dolor en el que estas sumergida.
Dolor de crecimiento. Dolor de los diecisiete. Hacerse grande es así...
Ya volverás a ser niña algún día, aunque sea de otra manera. Por hoy, hay que llorar. Las lágrimas se hicieron para gastarlas.
Venga, que estoy aquí para acompañarte. Venga, que no pasa nada.
La vida te espera. Hay que llorar hoy para ver clarito mañana.
Lloraremos juntas cada vez que haya que hacerlo.
Lloraremos juntas.
Venga, que no pasa nada.

miércoles, enero 18, 2006

Otra vez estamos todos!!


Hace ya casi un mes que estamos todos juntos. Las chicas llegaron en vísperas de Navidad, con Andrés. Durante su estancia, hicimos vida de turistas, llevándolo a conocer el Parque Olímpico, el Viejo Montreal, los Parques, el Mont Royal. Han sido unos días de recordar cuanto nos queremos, días en los que las chicas han contado todo lo que sucedió en estos cinco meses, días para disfrutar la nieve y el invierno, salir de compras y querernos mucho. Hace ya cuatro días que Andrés se fue y ahora somos otra vez nosotros. Esa pequeña comunidad cómplice que es una familia, es inigualable. Hoy ha empezado Rebeca en el colegio. Mientras les escribo, ella estará familiarizándose con el francés, con sus compañeros, con el ambiente... me muero de ansiedad, como siempre, yo mas que ella, que tiene esa sonrisa fresca con la que enfrenta el mundo... Mariana empezara la próxima semana, pero ya ha salido a tomar el metro solita, ya conoce la piscina publica en la que hará sus frecuentes sesiones de ejercicios, y ya se sabe blanco de las miradas de los hombres de aquí... Por lo pronto, ya sabe que no puede pasar por canadiense: siempre le preguntan de dónde viene: su piel morena y su pelo crespo la delatan. Todavía no se ha establecido la rutina, será hasta la próxima semana. Mientras tanto hay una sensación rara en el ambiente. Preocupaciones por los gastos que hemos tenido que hacer, preocupaciones por las inscripciones en la escuela, preocupaciones propias de un proceso de adaptación. Creo que poco a poco las cosas se irán acomodando. Poco a poco, entrara cada uno en lo suyo. Ya solo nos queda esperar la bendita residencia que nos hará la vida un poco más fácil a todos. Los resultados de la universidad han sido buenos. Me siento orgullosa de mi misma. Y el trabajo de este trimestre que ya empieza me llena de entusiasmo. Nuevos retos, nuevas cosas por descubrir, mayor habilidad para relacionarme con los compañeros. Si todo sigue como pinta, creo que en tres meses las cosas habrán encontrado su lugar...