sábado, abril 25, 2009

Ahora en Albany

Un calor de 28 grados, una primavera que comienza, un pequeño apartamentico que será mi hogar durante los próximos dos meses en una ciudad desconocida de un país casi desconocido.  Ese es mi entorno de ahora. 
El Department of Educational Administration & Policy Studies, de la State University of New York at Albany, me recibe como huesped para profundizar en el trabajo de la tesis doctoral y compartir con ellos la gran aventura de la investigación.  Una beca de los "Fonds de recherche sur la societé et la culture" del gobierno de Quebec sostendrá este esfuerzo, organismo que me la otorgó bajo la nominación de "Estadía Internacional", propuesta por el CRIFPE.  
Así que esto hará que, si todo sale como esperamos, la tesis madure en  lo teórico y esté lista para soportar el viaje de visitas a escuelas rurales que haremos en el mes de agosto.  Hay que coordinar para esta otra parte, mucha planificación, mucha ayuda y mucho dinero... 
Veamos como se van ordenando las cosas para que todo sea posible.
Por lo pronto, estoy aprendiendo a moverme en esta ciudad, tomé el fin de semana para visitar el Down Town y un poquito del campus universitario, compré frutas y vegetales y algunas otras cositas para tener en el apartamento, y he caminado un promedio de unas 4 horas diarias.  
Edu me vino a dejar  y se irá mañana, a seguir sosteniendo el hogar...mientras yo me concentro en los estudios, en una fase que intuyo nuevamente, intensa e intensiva.
Como ven... hay un salto...  ¿cáncer?  ¿quién dijo cáncer? ¿qué era eso?
(Ya solo quedan dos sesiones de anticuerpos monoclonales) Tomaré un greyhound para ir al hospital, los días que tenga que ir y listo.  Por ahora los dejo con las fotos que tomé en el centro de la ciudad.



domingo, abril 12, 2009

Domingo de Resurección


Cada vez más, siento que todo ya pasó.  Hoy, Domingo de Resurección, celebro la mía con la certeza de que todo ha sido una gran lección de indulgencia.  Debo ser indulgente con mi cuerpo, con la vida y con lo que ella me depara.  A partir de ahora, me hago la firme promesa de no dedicar mucho tiempo ni importancia a las cosas que no me gusta hacer.
Antes pensaba diferente, que qué le vamos a hacer y que a veces "no hay de otra".  Pues, a partir de hoy, tiene que haber.  Habra de otra porque yo no me resigno, porque uno debe esta bien porque la vida es muy corta.
Porque ser feliz depende de mí.  Porque sí, porque la vida es un regalo, y hay que aprovecharla en toda su intensidad.
Felices pascuas de resurección para todos!!

domingo, abril 05, 2009

En el baúl de la Web

Hace tiempo había leído este texto y me había impactado. Ahora me lo encuentro de nuevo, referenciado y todo, lo que es una suerte.  Se los dejo para que lo lean y me cuenten...


Conferencia del Cacique Guaicaipuro Cuatemoc ante la reunión de los Jefes de Estado de la Comunidad Europea



El texto que seguirá es una obra de ficción, pero su contenido es tan aceradamente cierto, la crítica a los europeos tan absolutamente justificada y la redacción tan ingeniosa, que merece ser leído y difundido.

El cacique Guaicaipuro existió hace poco menos de quinientos años, aunque su nombre real no incluía el ahora añadido Cuatemoc. El autor del relato es Luis Britto García, que lo publicó el 6 de octubre de 2003, con motivo del Día de la Resistencia indígena (12 de 0ctubre), bajo el título de "Guaicaipuro Cuatemoc cobra la deuda a Europa".

El autor: Luis Britto García (Caracas, 1940). Escritor venezolano. Su obra de ficción, formalmente experimental, elabora una crítica de la situación política y social de su país (Rajatabla, 1970; Abrapalabra, 1980; La orgía imaginaria, 1983). También se ha dedicado al ensayo, entre cuyos títulos cabe citar El imperio contracultural: del rock a la posmodernidad (1991). Premio Casa de las Américas en 1970 y premio nacional de literatura en 1980.

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LA VERDADERA DEUDA EXTERNA

Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuatémoc, he venido a encontrar a los que celebran el encuentro.
Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que se encontraron hace quinientos años.
Aquí pues nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.
El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme. El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con
intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros, sin pedirles consentimiento. Yo los voy descubriendo.
También yo puedo reclamar pagos, también puedo reclamar intereses.
Consta en el Archivo de Indias. Papel sobre papel, recibo sobre recibo, firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a Sanlúcar de Barrameda 185 mil Kg de oro y 16 millones Kg de plata
provenientes de América. ¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron al Séptimo Mandamiento. ¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre del hermano! ¿Genocidio? ¡Eso sería dar crédito a calumniadores como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro de 'destrucción de las Indias', o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos. ¡No! Esos 185 mil Kg de oro y 16 millones Kg de plata deben ser considerados como el primero de muchos préstamos amigables de América destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir su devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios. Yo, Guaicaipuro Cuatémoc, prefiero creer en la menos ofensiva de las hipótesis.
Tan fabulosas exportaciones de capital no fueron más que el inicio de un plan Marshall-tezuma, para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización. Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o, por lo menos, productivo de los recursos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no.
En lo estratégico, lo dilapidaron en las 'batallas de Lepanto', en 'armadas invencibles', en 'terceros reichs' y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la
OTAN, como Panamá pero sin canal.
En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta el Tercer Mundo. Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman, conforme a la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar. Y nos obliga a reclamarles, por su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente, hemos demorado todos estos siglos.
Al decir esto aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a los hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas flotantes de 20%, y hasta 30%, que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo de 10% anual, acumulado sólo durante los últimos 300 años.
Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 180 mil Kg de oro y 16 millones Kg de plata, ambas elevadas a la potencia de 300. Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total de la Tierra. ¡Muy pesadas son esas moles de oro y plata! ¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre? 
Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.
Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos.
Pero sí exigimos en forma inmediata la firma de una 'carta de intención' que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente; y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica.
Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota tal que les impide cumplir con sus compromisos financieros o morales.
En tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran entregándonos la bala con la que mataron al Poeta.
Pero no podrán.
Porque esa bala es el corazón de Europa.

viernes, abril 03, 2009


Pues nada, que no me pude ir para Albany.  Que las burocracias tienen sus absurdos.  Ahí estoy llenando formularios para que me den permiso de ir... Eduardo dice que ya está cansado de llenar papeles.  Que desde el 2004 no hemos parado de llenar papeles, y es verdad.  Pero bueno,  no conozco otra manera de hacer las cosas.... Si hay que pedir permiso, pues vamos a pedir permiso y a esperar.  Y a pagar, claro, porque los papeles nunca se llenan de gratis.  Siempre vienen con recibos, que alimentan a la gorda.
Qué le vamos a hacer!!  Programa para hoy:  trabajar en la tesis, limpiar vidrios y escuchar tangos.