sábado, enero 24, 2009

Iris, reportándose


Hola queridos amigos.
Escribo para reportarme, porque hace días que no lo hago.  
Todo va bien.  Hemos tenido un invierno muy frío, y como me siento ya más fuerte, me ha dado por salir: me voy al mercado, a caminar, o simplemente a contemplar el río congelado.
Yo no sé por qué se quejan del invierno estos canadienses, es tan hermoso!!
Bueno, a lo que iba:  La salud está bien.   La mamografía de diciembre revela que no queda nada del tumor y no me harán otra antes de seis meses.  Los tratamientos de anticuerpos monoclonales, que son de  carácter preventivo, me los ponen cada 3 semanas, y aunque me provocan aún dolores musculares, y sangrado de la nariz, no son insoportables.  Seguiremos con ellos hasta el mes de mayo.  Esta semana me hicieron una ecografía del corazón, la que me hacen cada tres meses, pues hay riesgo de que uno de los anticuerpos que me ponen, pueda tener consecuencias y dañar el corazón, pero hasta el momento todo va bien y no ha habido problemas por ese lado.
Las cicatrices de la cirugía empiezan a desaparecer y creo que lo harán casi del todo. 
Por otro lado, mi cerebro empieza a pedir que cerremos el capítulo del cáncer, y esto no será posible hasta que terminemos todos los tratamientos y me quiten el cateter. Es una lucha interna, contradictoria, incómoda: Por un lado me digo que "basta ya", "vamos a cerrar este asunto" y por otro lado, sé que aún tengo que recibir los químicos, me duele el cuerpo como si me hubieran aporreado, y a veces me canso más de lo normal.  Una ambivalencia incómoda, que terminará por tomar su lugar, como todo en esta vida.
Sin embargo,  ya me ocupo con muchas más ganas de mi tesis, del trabajo de los cursos virtuales, de otros temas interesantes.
Por alguna razón, hemos recibido mucha gente en casa este invierno: visitas que vienen de Costa Rica, de Chile, de aquí... y eso me hace sentir viva!!
Me he dicho a mí misma que tengo ahora que ser consciente que no se puede desperdiciar el tiempo.  Y eso, que yo creo que nunca lo he desperdiciado, ahora me parece más real, y más necesario. 
Ahhh se me olvidaba contarles: ya tengo médico de familia.  De la manera en que está organizado el sistema de salud aquí, todas las personas deben tener un médico de familia. Como había un déficit de médicos, nosotros no habíamos encontrado.  Pero resulta que ya se resolvió y me tocó una doctora, de habla inglesa, con pinta de deportista.  Efectivamente, descubrí que había sido premiada varias veces como futbolista mientras hizo sus estudios en la universidad.  Como podrán imaginar, está horrorizada la doctora con mi peso, es decir con el peso que me sobra.  Y me ha exigido, implorado, pedido, suplicado, que pierda cuarenta libras.  Como si fuera coser y cantar!!  
Vamos a intentarlo una vez más.  Con muy poca convicción y menos deseo, vamos a hacer el esfuercito.  Más por ella que por mi, a ver si acaso. Cuándo será el día que el tema del sobrepeso deje de importarme?  Está en mi agenda desde que tengo uso de razón.  Las veces que he hecho el esfuerzo y bajado de peso, han sido de una temporalidad tan corta, desmedidamente corta si lo comparamos con el esfuerzo que hay que hacer para llegar a algo importante.  Y claro, como todo el mundo sabe de estas cosas, he pasado mi vida recibiendo consejos de lo que hay que hacer para perder peso.  Todo el mundo te recomienda los hábitos que hay que cambiar.  Lo que no saben es que yo vivo con personas que no tienen sobrepeso, y que les importa un pito lo que comen!!  Así que el cuento de los hábitos es una mentira tan grande como la catedral.  Vamos a ver, ya les contaré. Y si no les cuento es porque no logré absolutamente nada en ese tema tan aburrido!!


Es todo.... Siguen las bajas temperaturas y Edu está más guapo que nunca!!.

Un abrazo a todos!!

Iris

2 comentarios:

angels blog dijo...

Hola Iris,

¿Qué tal?

Yo también había cogido algunos kilitos de más, y decidí adelgazarme.

Como me gusta mucho comer, y también darme algunos caprichitos, decidí que lo haría de una manera que no me estresara demasiado.

Entre semana comía cosas ligeritas: ensaladas, verdura hervida, carnes a la plancha (principalmente pollo), pescado hervido o a la plancha. Todas estas cosas se pueden aliñar de manera que sean muy apetecibles, no tienen porque ser sosas.
Luego, los fines de semana me daba algunos caprichitos para que no fuera tan duro.
Por ejemplo, a mí me gustan mucho los bocadillos, pues el viernes o el sábado me comía alguno.
El domingo que acostumbro a comer en casa de mi madre, pues tampoco la obligaba a hacer nada especial, si no que comía lo que los demás y así disfrutaba de sus habilidades culinarias.

Cuando venían fiestas especiales, las disfrutaba, con sus dulces y sus platos y cuando éstas acababan, yo volvía a mi sistema y recuperaba lo perdido de nuevo.

No es un consejo, que cada uno tenemos nuestras necesidades y debilidades, pero si un ejemplo más.

Yo adelgacé trece kilos.

Un beso fuerte,

Àngels.

Soledad dijo...

Me alegro de que estes mas cerca de cerrar este capitulo tan doloroso en tu vida.
Es muy duro luchar siempre con el peso, si queres un consejo, ejercicio y disminui las porciones. Suerte !!