jueves, diciembre 25, 2008

Querida Navidad!!


Yo, como Ángeles Mastretta, amo la navidad y por casi las mismas razones. Por eso acepté el reto  este año de hacer tamales.  Con algunas pocas modificaciones obligadas por la inexistencia de ciertos productos en el mercadito latino, traté de respetar la receta que mamá me dictó por teléfono.  Tiene cosas lindas la receta.  Entre otras, que la masa hay que revolverla y revolverla y revolverla hasta que te gritás a vos misma: "Y  por qué diablos me metí en este enredo?".  Esa es la señal inequívoca de que la masa está lista para hacer los tamales.  O como dice mami:  cuando la cuchara de madera se queda paradita en el centro y no se cae, es hora de empezar a armarlos.  
Entre Mariana, Rebeca y yo, armamos unos 70.  Los hervimos dos horas y empezamos a comerlos y a compartirlos con los amigos.  A los quebecos se los dimos con todo e instrucciones. Si no, capaz que se comen las hojas de plátano.  Quedaron ricos!
Para la cena de Navidad, no hubo pierna de cerdo este año.  Eduardo pidió cambiar el animal, así que hicimos un sofrito de conejo acompañado de papitas hervidas.  
De postre, un glacé de guindas con amaretto, que al final fue sin amaretto porque se nos olvidó.  
También pusimos los regalos debajo del árbol y los abrimos uno a uno, en ronda, a la medianoche.
Las sonrisas, los papeles rotos, las tarjetas con hermosas frases de cariño, son las señales de un momento único cada año.
No veo por qué no sería linda la Navidad.  Esta ha sido mejor que la del año pasado que estábamos tan tristes.  Y la del año entrante será mejor porque estaremos cada vez un poquito menos tristes.

1 comentario:

Unknown dijo...

fELIZ NAVIDAD!!!!!!!!!!

Y QUE EL 2009 SEA MEJOR PARA TODOS!!!!!