lunes, mayo 22, 2006

El temporal


Bueno, son las 8 y media de una manana gris, muy gris. Tenemos un temporal que ya lleva cuatro dìas, y el agua majadera, no quiere parar. Aquì, la palabra "temporal" para designar esas horas interminables llenas de humedad, no existe. Es increìble que un concepto tan preciso, no se designe con un nombre, verdad? En todo caso, a mi me recuerda los temporales de mi patria, y esos recuerdos me endulzan el corazòn.
Ante horas y horas en las que no se sale mucho (de todas maneras, aquì no se sale mucho) las mujeres tenemos un recurso que siempre va bien: la cocina. Y entonces yo, que recuerdo los temporales de Costa Rica, lleno las tardes de temporal de olores de pan recien horneado.
Las mujeres que no saben cocinar, con què llenaràn las tardes interminables??
Les cuento que durante unos dìas, estaré metida entre paréntesis.... Explico: Los cursos del doctorado ya terminaron, la gente saliò a vacaciones. Me falta todavìa entregar un trabajo escrito, pero no urge, asi que lo dejaré para hacerlo dentro de unos dìas... Por ahora, me inscribì en otro curso de francés oral (ya voy por el nivel 5 de 6 posibles) pues debo prepararme bien para poder hacer el examen de sìntesis, que tiene una parte oral y otra escrita. Asi que, el trabajo intelectual que tengo no es mucho: darle duro a la pronunciaciòn de palabras con muchas vocales juntas...a quién se le ocurre inventar palabras con tres vocales juntas? Uno nunca sabe cuàl es la que suena: L'oeil, por ejemplo!! Tambien debo terminar ese trabajito que me falta que se refiere a còmo puede ser vista la escuela rural desde la perspectiva de la teorìa de las organizaciones : Minzberg, por ejemplo.
Por otro lado, tengo entre manos -màs bien entre ojos- una trilogìa que se llama: "Un hombre como tantos otros" que cuenta la historia de la provincia de Quebec, novelada, a partir de un personaje asì: un hombre como tantos, que hace todo lo que puede por salir adelante en una regiòn del mundo cuyo clima te hace todo difìcil. Y no solo el clima, sino también la economìa y la cultura... muy interesante para saber por què son ahora como son.
Junto al francès, el trabajito del doctorado y la novela, estàn las chicas y Edu. Mariana empieza a ponerse nerviosa por el desafìo que aceptò. En una semana se irà a trabajar de monitora al camp de discapacitados y sabe que es un reto... va a ser duro, pero va a aprender muchìsimo. Ella que es tan exigente consigo misma, claro, quiere estar a la altura... Pasò muy bien todos los cursos del collegue y los profesores la felicitaron mucho...sobre todo porque tiene ese empuje que es dificil de encontrar. Pues aquì, los jòvenes de la generaciòn de Mariana -con miedo de generalizar- son hijos de una corriente que hizo que se sientan los duenos del mundo... No tienen respeto alguno por sus profesores (eso que nosotros decimos siempre allà, aquì es mucho màs real), ni por sus padres, ni por los ancianos. Ellos son Ellos, asì con mayùscula, trabajando desde que son muy jòvenes, duenos de la tecnologìa y de los placeres... con una soledad interna que a uno le parte el alma.
Rebeca tiene todavìa unas 6 semanas màs en el colegio, en el programa de acogida. Pero ayer hicimos su matrìcula en otro colegio, donde empezarà a partir de setiembre su decimo ano, ahora sì, en un programa regular y con muchos quebecois y menos inmigrantes. Esto lo hicimos asì, por su bien. Si continuaba en el mismo colegio, estarìa en un sistema destinado a inmigrantes, que tienen muchas dificultades. Ella no necesita tratamientos especiales, tiene una capacidad normal para rendir, asi que consideramos que la integraciòn debìa ser, en su caso, màs ràpida. Vamos a ver si no nos equivocamos, pero yo confìo en ella, porque con esa sonrisa que tiene, desarma a cualquiera...jajaj.
Edu es el que màs me preocupa. La crisis de la piedra en el rinòn ya terminò pero el quedò un poco "alerta" y cuanta senal da el cuerpo lo inquieta.
Tiene tambièn situaciones dificiles en el trabajo que no logra conciliar, pero él siempre ha sido asì. Ya veremos como enfrentar esa incomodidad, que parece que sòlo se le quitarà cuando vuelva a Costa Rica...
Asì que, como veràn, estamos bien. La vida sigue adelante, nosotros seguimos adelante. Y como Edu siempre dice: "en la vida no hay rewind".

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