Como ensaladas y frutas frescas, pan integral y nueces. De vez en cuando un poco de queso o jamón pero no se me hacen muy necesarios.
Me acompañan mis hijas y mis sobrinos y mis hermanos, que de vez en cuando se asoman por internet para saludarme.
Debo decir que optimista infatigable como soy, he descubierto en estos dos meses que vivimos en un planeta extraordinario. Sí, hay guerras, hay hambre y pobreza. Yo lo sé. Pero también hay sitios como TEDTalks que nos hacen evidente que existen personas extraordinarias haciendo cosas extraordinarias. También es cierto que la ciencia le está ganando la batalla al cáncer de seno, y es verdad que Earth es un excelente documental que está al alcance de cualquiera que tenga acceso a internet de manera gratuita. Así que, como ven, no estoy sola.
Pero sobre todo me acompaña un nuevo amor, se llama Santorini.
La isla griega. Me la encontré por casualidad, traducida en música por Rouly Antonopoulos. Sus imágenes (vean esta foto, no es mía, la tomé prestada en la red para este post), esa música, su paz. Es simplemente bella.
Algún día he de ir a encontrarla. Me tocó el corazón.
1 comentario:
Hmmm... como buen tico, ME FALTA EL VERDE ... no se ve ni una mata .... si bien tiene los cerros, no tiene la vegetación, verde subconsciente que indica claramente, no estas en el trópico.
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