Mientras yo me dedico a la tesis, se acumula la ropa en la tabla de planchar, comemos cualquier cosa, los jardines se desparraman a su gusto, las aceras reclaman a gritos una escoba, los muebles reclaman una sacudida. Mi almohada padece subempleo y me baño en cinco minutos.
Ha sufrido mi finquita en farmville, mis conversaciones telefónicas con mi mamá, tengo prohibidas las novelas y los periódicos del día. Así que si me entero de algo es por milagro y por Edu, claro, que no me deja en la absoluta ignorancia.
Cuando me ve con cara de loca, me arrastra fuera de la compu, fuera de la casa y me lleva a cualquier lado para "cambiarme las ideas". Y cuando lo despierto a las tres de la mañana para decirle que en capítulo cuarto, en la tabla 7, faltó poner la fecha de tal documento... me acaricia, y me dice: a dormir, lo harás en la mañana...
Efectivamente, un doctorado es una prueba de resistencia. Entiendo perfectamente a quiénes desisten en el camino. Vamos a ver cuánto tiempo más puedo aguantar a este ritmo,
Se acuerdan cuando jugábamos a ver quién duraba más tiempo bajo el agua, sin salir a respirar?
Quien me iba a decir a mí que me estaba entrenando para esto...
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