domingo, octubre 02, 2005
Casi feliz
Anoche pude ser casi feliz metida entre tus brazos.
El dolor se ha ido yendo despacito, resbalando por el tobogán de caricias que has inventado para mí.
Y anoche lo inventaste todo... y querías que la pasión se fuera despertando despacito, y me acariciaste lentamente para que mi piel no se asustara, y me miraste a los ojos con la ternura de todas las estrellas, y me besaste casi imperceptiblemente.
Cada uno de mis poros supo entonces que siempre estarías conmigo.
Y pude sonreírte.
Pude responderte dejando caer mi cabello sobre tu pecho, moviéndome al ritmo de tu respiración y siguiendo tu paso firme, tus manos seguras, tus palabras graves.
Anoche nos amamos como siempre.
Como nunca.
Como antes.
Y pude ser casi feliz, entre tus brazos.
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